Los chakras metabolizan las energías vitales de la naturaleza.
Toda nuestra energía procede de cinco fuentes: las plantas y los animales, el agua, el aire, la luz solar y la energía biomagnética (conocida como Chi en Oriente y Kawsay en quechua). Absorbemos los alimentos vegetales, animales y el agua a través del tracto digestivo, el oxígeno a través de los pulmones, la luz solar a través de la piel, y el Kawsay a través de los chakras.
Las energías luminosas circulan por los chakras igual que las energías físicas recorren nuestro cuerpo.
Cuando nuestros chakras se bloquean, comenzamos a experimentar problemas físicos y psico-emocionales.
Por ejemplo, en el caso del primer chakra, los problemas van desde las piernas y los pies, hasta la inmunidad, la falta de seguridad, el acaparamiento y el comportamiento depredador, la violencia y la fatiga crónica. Los problemas con el segundo chakra se experimentan a menudo como miedo, falta de impulso sexual, incapacidad para expresar el deseo, miedo a la traición, problemas reproductivos, problemas urinarios, disfunción renal y dolor lumbar.
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